viernes, 27 de diciembre de 2013

La nulidad canónica en el sínodo extraordinario de Obispos sobre la familia 2014


Hace algo más de un mes el Secretario General del Sínodo de los obispos, el arzobispo Lorenzo Baldisseri, presentó un documento con las preguntas que se han enviado a las Conferencias Episcopales de todo el mundo para preparar el Sínodo de octubre de 2014, que trata sobre la familia, en lo que a este blog se concierne hay una pregunta referida a las nulidades que es la siguiente:


¿La simplificación de la praxis canónica, respecto al reconocimiento de la declaración de anulación del vínculo matrimonial podría ofrecer una real contribución positiva para la solución de los problemas de las personas implicadas? En caso afirmativo, ¿de qué manera?

Como veis
la pregunta apunta solamente a la simplificación del proceso, es decir, no va a haber un cambio esencial en cuanto al modo de tratar el estudio de las causas de nulidad matrimonial, se plantea, en cambio, si se puede simplificar el proceso. 
En realidad sí que se puede simplificar, lo que hay que ver es si conviene hacerlo, a qué precio se podría hacer.

La simplificación puedes venir por tres vías posibles:

La más sencilla sería la supresión de la necesaria segunda sentencia conforme para declarar la nulidad, esto suele llevar en algunos casos un año más de trámites ante los tribunales. La cuestión, en este caso, es si el trabajo de todos los tribunales tiene la suficiente calidad como para que pueda ser considerado por la iglesia entera como definitivo en sus sentencias sin la revisión de otro tribunal. En general, el trabajo de todos los tribunales es muy bueno, pero yo no descartaría la necesidad de que otro tribunal revise lo practicado en primera instancia en algunos casos.

La segunda manera de simplificar el proceso atañe a los procedimientos internos del mismo, los plazos para cubrir las diferentes etapas, el número de testigos que se necesita, el modo en el que éstos deben declarar, la necesidad de informes periciales, etcétera. Sinceramente, no veo qué es lo que se podría suprimir o simplificar en estos procedimientos para hacer más sencillo el proceso.

La última manera de simplificar el proceso, bajo mi punto de vista, es la de mejorar la eficiencia de los tribunales, el trabajo del personal seglar y los sacerdotes, el uso de nuevas tecnologías al servicio del mismo. Un servidor piensa que en esto tenemos mucho que mejorar, las causas pueden ir mucho más rápidas utilizando las nuevas tecnologías, y formando bien a los seglares y a los sacerdotes. Aunque el trabajo de los tribunales, insisto, es bueno,  aún tenemos mucho que mejorar.

¿ por donde se te cantará el sínodo?

Habrá que seguir de cerca el trabajo de los obispos a partir del año que viene.

Feliz Navidad a todos!

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